Llegamos a las 6 de la mañana a la que sin duda se ha
convertido en la ciudad más calurosa en la que he estado. Más de 40 grados
marcaba el termómetro, una temperatura habitual en los meses de verano, abril y mayo. Da igual a la sombra que al sol, es una sensación de
calor general, te sobra todo lo que llevas según pisas el asfalto de la
carretera de la terminal del aeropuerto.
La temperatura, más la diferencia horaria, hacen que te
sientas nada más llegar a la capital del reino de Tailandia, antiguo
reino de Siam, como si te hubieran dejado k.o. nada más empezar el viaje. Pero
no íbamos a rendirnos en nuestro primer día: Bangkok y Tailandia (aunque no
conoceremos más que una ínfima parte de todo lo que puede ofrecer este país)
nos esperan con los brazos abiertos.
El primer contacto con el país fue Taki, no Paqui ni Taxi,
como decía ella con mucha gracia en español, sino Taki, la guía que nos
llevaría al centro en el servicio de traslado incluido en el muy recomendable pack de avión
más hotel que contratamos. Sin duda Taki sabía bien cómo recibir a un grupo de
españoles, aunque luego te das cuenta de que los tailandeses son así; amables,
sonrientes, divertidos, no les gusta enfadarse ni perder los papeles, son por
lo general unas personas amabilísimas y tranquilas que te hacen sentir como en
casa.
Probablemente esto tenga que ver con que Tailandia es el principal
destino turístico de las economías emergentes, pero quiero pensar que tiene más
que ver con su personalidad como país. No me extraña que el año pasado Tailandia
aumentara sus ingresos por turismo en un 25% y que se encuentre en el puesto
número 11 de la lista de los 50 principales destinos por ingresos de turismo internacional, según las últimas cifras publicadas por la Organización Mundial
del Turismo. Una lista en la que por cierto España se encuentra en el segundo
lugar, solo por detrás de EEUU.
Esta fuerte presencia del turismo está mucho más patente en
las playas del Sur, pero en Bangkok y alrededores también se ve en seguida que
reciben muchos turistas durante
todo el año, gracias al clima tropical de Tailandia.
Tuvimos la suerte de que era domingo y pudimos visitar el mercado de fin de semana de Chatuchak, más de 1.100 metros cuadrados de mercado con más de 15.000 puestos de todo tipo de artículos. Llegar allí es muy sencillo a través del Skytrain de Bangkok (BTS), el tren que viaja por encima de las carreteras para evitar el tráfico. Lo mejor del mercado fue parar a disfrutar de algo refrescante en cualquiera de los bares y puestos de comida que hay y para terminar el día un masaje en los pies cerca del hotel.
Tuvimos la suerte de que era domingo y pudimos visitar el mercado de fin de semana de Chatuchak, más de 1.100 metros cuadrados de mercado con más de 15.000 puestos de todo tipo de artículos. Llegar allí es muy sencillo a través del Skytrain de Bangkok (BTS), el tren que viaja por encima de las carreteras para evitar el tráfico. Lo mejor del mercado fue parar a disfrutar de algo refrescante en cualquiera de los bares y puestos de comida que hay y para terminar el día un masaje en los pies cerca del hotel.
Mercado de fin de semana de Chatuchak |
Imprescindible regatear si valen más de 100 bath (2,60€) |
Aquí probamos nuestros primeros Pad Thai |